La elección de la cámara de CCTV correcta puede parecer un proceso complejo
ya que existen demasiados factores a tener en cuenta. Sin embargo, es
importante resaltar que todas las cámaras están compuestas por tres elementos
básicos:
• El sensor de imagen – convierte la imagen en señales electrónicas.
• Lente – une la luz reflejada del sujeto
• Circuito de procesamiento de imágenes –
organiza, optimiza y transmite señales.
Las cámaras CCTV se encuentran disponibles en forma:
monocromática, color y día/noche (combina color con monocromática).
Las ventajas de la cámara monocromática son la mayor
resolución, los menores requerimientos de luz y en general son menos costosas.
Por otra parte, la cámara color ofrece una mejor representación general de la
escena (con la iluminación apropiada) y a la vez cuenta con
capacidades mejoradas para la identificación y posterior persecución. Las
cámaras día/noche ofrecen lo mejor de ambos mundos y en la actualidad se están
transformando en la tecnología CCTV elegida por los consumidores
tanto para aplicaciones interiores o exteriores.
Sensores de Imagen
La cámara procesa esta señal eléctrica y la convierte en salida de señal de video, la cual es entonces grabada o reproducida en un monitor. El rango de los niveles de luz que un CCD puede manejar se encuentra de alguna forma limitado, por lo que el rango de luz que el CCD recibe debe ser restringido dentro de ciertos límites.